lunes, 5 de julio de 2010

Muy Bienaventurados


Hubo una vez un tipo llamado Jesús. Tuvo muchas aventuras y dio, con una dicción envidiable, varios muchos sermones a la gente (lo quisiera escuchar o no, de todas formas no había mucho más en qué divertirse en esos tiempos). Mencioné que dicen que vivió hace 2000 años (285 años perro aprox) y lo mandó dios a la tierra? En fin. Estaba en que sermonió mucho, y en uno de esos momentos de monumental oratoria habló de las bienaventuranzas. Testigos cuentan que estas eran una enumeración de tipos de tipos y cuales serían sus recompensas por su ejemplar comportamiento, como misericordia, tierras, reinos de los cielos y títulos nominativos. Creo si, aunque muchos puede que no compartan mi opinión, que estos enunciados deberían ser puestos en un contexto más actual, y así lograr que sirvan más al ciudadano medio común y fome que vaga por el mundo de forma azarosa.
He aquí la lista, a la cual le he hecho unos pequeños cambios a fin de alcanzar el objetivo que anteriormente comentaba.

Bienaventurados los usan audífonos en sus celulares para escuchar música (como debería ser): porque de ellos serán los aplausos de los demás pasajeros.

Bienaventurados los que venden cosas en el persa sin saber cuanto realmente vale lo que venden: porque de ellos es el poco dinero que les doy a cambio.

Bienaventurados los que dejan bajar antes de subir: porque para ellos serán los cumplidos de las señoras de edad, mujeres con coche y hombres con grandes bolsos que no sé que andan haciendo dándose vueltas en el centro y que luego llenan los metros y uno después, que no anda nah lesiando, viaja apretado. (Agreguese también por las mismas razones Bienaventurados los que se bañan para salir)

Bienaventurados los que no cuentan el final para decir de que se trata una película: porque de ellos es mi respeto y adulación.

Bienaventurados los que trabajan en comidas rápidas: porque de nosotros es el ahorro de tiempo y propina.

Bienaventurados los micreros que pasan seguido y que cuando pasan, paran: porque de ellos no son nuestros improperios y saludos a la familia.

Bienaventurados los que no agreden a la menor provocación: porque ellos no serán llamados a tribunales ni esperados a la salidas con compañeros de clase de Tae Kwan Do.

Bienaventurados los que tosen con la boca tapada: porque de ellos y sólo de ellos serán sus microbios y enfermedades que no quiere uno contagiar.

Y finalmente pero no menos importante, sino todo lo contrario:
Bienaventurados los que leen este humilde blog: porque de ellos será la feliz eternidad, el enriquecimiento de su corazon y el tema obligado de conversación de mesa para el otro día.

El autor.

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http://twitter.com/Fabian_PL

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