lunes, 28 de junio de 2010

Breve diccionario de abuelismos


He aquí un breve listado de conceptos y costumbres que he recolectado de las madres de mis padres, es decir, si no entendió, mis abuelas. Porque vivo con una y visito a otra, y me es inevitable quedarme con esos dichos guardados por años pero tan vigentes como ayer. Creo yo.

Bocaraspocas: Esta peculiar palabra se remonta a mi bisabuela por parte de padre, y se refiere al acto de hacer arcadas o fenómenos estomacales cuya directa relación es con el asco. Muchas veces viene seguido de una desagradable (o agradable, según el gusto de cada uno) sesión de reflujo. Ejemplo: ''Me comí tres platos de porotos con color y longa antes de subir al tagadá y me dieron bocaraspocas''.

Cuácara: Proveniente de la misma bisabuela, dícese de la chaqueta, abrigo o parca. Ejemplo: ''Me puse la cuácara''. O ''Me saqué la cuácara''.

Opereta: Se refiere al común cilindro nicotinoso, aka cigarro. Este común concepto aunado por mi bisabuela materna, proviene de una conocida y desaparecida marca de cigarrillos del mismo nombre. Ejemplo: ''Sueltate un opereta''.

Echar con loya: Originario de mi abuela paterna, refiere al hecho de dar algo en abundancia, mayoritariamente comida o similares. Ejemplo: -''Te sirvo más piscola con yupi?'' -''Sí, pero ahora échale con loya nomás, que tengo sed y quiero quedar tirado hoy, filo con que mañana tenga pega, si igual me van a despedir porque estan haciendo recorte de personal''.

Sentarse y contar hasta diez: De mi abuela materna. Se realiza al salir uno de la casa, y por algún motivo, olvido de algo o similar, se debe volver, para luego salir otra vez. Dice la tradición que se debe uno sentar y contar hasta diez antes de seguir la marcha, ya que el no hacerlo puede acarrear mala suerte en el viaje. O una inminente muerte dolorosa y lenta.

Lunita en el cielo, platita en el suelo: De mi abuela materna otra vez, este cántico ancestral se debe repetir al toparse uno con la luna llena, al mismo tiempo que se mueve la mano con una moneda o billete. De no tener dinero al momento de el encuentro con la luna la miseria venidera es inevitable.

Con esto me jubilo: Tercera de mi abuela materna. Frase que se repite al estar frente a algún plato culinario con el que el emisor sabrá que satisfará su apetito y quedará, como se dice en vulgo, lleno o rebasado.

Hasta aquí por hoy con los abuelismos. Próximamente otra rica e interesantisima tanda, ya que la investigación no para ni tiene piedad. Mientras, incluya este breve listado a su vocabulario y aburrida vida cotidiana. Recuerde que cada día se aprende algo nuevo, que el conocimiento engrandece el alma y llena el espíritu, y que no es bueno comer huevos revueltos con longaniza y leche a las 4 de la madrugada.

El autor.

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