Un gran domingo dominical no está completo sin el obligatorio paseo por el persa con mi señora amada, buscando alguna interesante antigüedad, alguna figura de Star Wars, discos baratos, revistas Fibra y DVD's Full a quinientos piticlines(shhh, no le digan a nadie...). Justamente junto con el último ansiado elemento me topo con algo que vengo viendo(y muchas veces evitando) hace tiempo ya. Un personaje que ha nacido junto con las ''tremendas'' pérdidas de la industria del cine. Me refiero al improvisado y gratuito Crítico de Cine Callejero (también conocido como CCC, o el Triple C), pintoresco, curioso y muchas veces molesto orador que suele aparecer en la forma de vendedor o cliente, las dos al mismo tiempo o simplemente por ser.
Este hijo de la piratería común y producto del cada vez más grande acceso a todo tipo de films a la gente de todos lados tiene su hábitat principal en las ya mencionadas ferias persas, donde hace gala de sus grandes y al mismo tiempo limitados conocimientos del celuloide al emitir los más audaces, superficiales, referentes e inesperados comentarios y críticas a alguna pieza fílmica. Son comúnes las opiniones como ''Esta película es super wena, sale ese gallo que sale en esa otra película que era super wena también'' o ''Esta película se trata del gallo este que le pasa tal cosa y al final pasa esto otro'', donde el emisor demuestra su nulo conocimiento acerca de una sinópsis o respeto por el receptor. Y es que es muy peligroso preguntar por una película que no se ha visto, porque al menor descuido este personaje puede revelar escenas claves y el final, lo que suele resultar muy molesto. Acá no se concibe contar de qué se trata un film sin relatarla completa, sin ningún grado de profundidad siquiera, mucho menos un análisis más allá del ''bueno'', ''malo'', o ''más o menos''. El crítico callejero, como se dice, la suelta toda nomás, y del peor modo posible.
Éste modesto autor muchas veces, lamentablemente, se ha topado con el personaje en cuestión, conociendo a la fuerza el descenlace de películas que quería conocer por sí mismo, o cayendo también, inocentemente, en el juego del CCC, creandose falsas expectativas de films deprorables pero grandiosos bajo el critério del crítico, o bien maravillosos, pero aburridos o ''pencas'' según el antipático personaje, lo que no hace más que pensar en que se debió haber investigado antes por uno mismo, o simplemente no preguntar ni escuchar nada.
La crenciente piratería ha traido, junto con los berrinches de la industria, el acceso a filmes exclusivos y rebuscados a todo público, así como la mayor riqueza fílmica en la gente, el interés por las películas y muchas veces cine muy refinado. Pero también ha hecho que estas mismas piezas caigan en las mas superficiales e injustas miradas, así como habladurías vagas.e incoherentes, que en ningún caso le hacen justicia a la obra. Lo lógico sería no acudir a estos lugares comúnes, así como cumplir con la ley y comprar los devedeses originales, como debe ser, y no las diferentes copias que rondan en estos nuevos ''videoclubs'' de barrio. Se debería hacer. Yo debería hacerlo. Pero es que son tan apetitosamente baratos....
El autor.
Este hijo de la piratería común y producto del cada vez más grande acceso a todo tipo de films a la gente de todos lados tiene su hábitat principal en las ya mencionadas ferias persas, donde hace gala de sus grandes y al mismo tiempo limitados conocimientos del celuloide al emitir los más audaces, superficiales, referentes e inesperados comentarios y críticas a alguna pieza fílmica. Son comúnes las opiniones como ''Esta película es super wena, sale ese gallo que sale en esa otra película que era super wena también'' o ''Esta película se trata del gallo este que le pasa tal cosa y al final pasa esto otro'', donde el emisor demuestra su nulo conocimiento acerca de una sinópsis o respeto por el receptor. Y es que es muy peligroso preguntar por una película que no se ha visto, porque al menor descuido este personaje puede revelar escenas claves y el final, lo que suele resultar muy molesto. Acá no se concibe contar de qué se trata un film sin relatarla completa, sin ningún grado de profundidad siquiera, mucho menos un análisis más allá del ''bueno'', ''malo'', o ''más o menos''. El crítico callejero, como se dice, la suelta toda nomás, y del peor modo posible.
Éste modesto autor muchas veces, lamentablemente, se ha topado con el personaje en cuestión, conociendo a la fuerza el descenlace de películas que quería conocer por sí mismo, o cayendo también, inocentemente, en el juego del CCC, creandose falsas expectativas de films deprorables pero grandiosos bajo el critério del crítico, o bien maravillosos, pero aburridos o ''pencas'' según el antipático personaje, lo que no hace más que pensar en que se debió haber investigado antes por uno mismo, o simplemente no preguntar ni escuchar nada.
La crenciente piratería ha traido, junto con los berrinches de la industria, el acceso a filmes exclusivos y rebuscados a todo público, así como la mayor riqueza fílmica en la gente, el interés por las películas y muchas veces cine muy refinado. Pero también ha hecho que estas mismas piezas caigan en las mas superficiales e injustas miradas, así como habladurías vagas.e incoherentes, que en ningún caso le hacen justicia a la obra. Lo lógico sería no acudir a estos lugares comúnes, así como cumplir con la ley y comprar los devedeses originales, como debe ser, y no las diferentes copias que rondan en estos nuevos ''videoclubs'' de barrio. Se debería hacer. Yo debería hacerlo. Pero es que son tan apetitosamente baratos....
El autor.
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